Hoy en día se sigue diciendo que la bisexualidad no existe, que es el refugio de los homosexuales que no quieren asumir su condición o de personas altamente sexuales.
La realidad es que la bisexualidad existe. Es una orientación tan válida como la homosexualidad y la heterosexualidad, pero estamos educados en un contexto social en el que solo tenemos dos opciones y tenemos que escoger entre el blanco y el negro. Vivimos en una sociedad en la que pasamos de un extremo al otro, no hay un punto intermedio.
La verdad es que los seres humanos somos sexuales pero tendimos a poner etiquetas, es una forma de control, de seguridad y de identidad social.
Si buscamos la definición de bisexualidad encontramos que es “la capacidad de sentir atracción emocional, sexual, romántica y/o física hacia personas de más de un género y/o sexo no necesariamente de la misma manera, ni con la misma intensidad ni al mismo tiempo”
Kinsey fue el primero que estudió el comportamiento sexual y aseguró que entre el 5 y el 10% de la población es homosexual o heterosexual y que el resto se encuadraría en las escaleras de la bisexualidad. Si aún no habéis visto la película que habla de este tema os animo a verla porque vale la pena, se llama “Kinsey, hablemos de sexo”.
Si hablamos de la bisexualidad masculina aún es mucho más tabú que la femenina y su presencia social es bastante inferior. Hay varias teorías al respecto:
Una dice que es debido a que, para las mujeres, es más natural debido a su manera de relacionarse socialmente e íntimamente con otras mujeres.
La segunda teoría expresa que socialmente se admite más la sexualidad entre las mujeres.
Y la tercera teoría considera que, en el caso de los hombres, ser bisexual pone en juego su masculinidad.
Si hablamos de los mitos, frente a la bisexualidad, existe una gran variedad de estos pero sólo he resaltado cuatro de ellos que son importantes:
1.- Las personas bisexuales son promiscuas, infieles y viciosas por naturaleza.
2.- Están confundidos, es una fase de transición hacia la homosexualidad.
3.- Les gusta todo el mundo, incluso sienten atracción hacia sus amigos.
4.- No pueden estar solo con una persona, siempre les falta alguna cosa, necesitan los dos sexos.