1 de cada 4 personas padece una enfermedad o infección de transmisión sexual, una ETS o ITS. Cada año, las ITS causan infertilidad en, al menos, 24.000 mujeres. Es un tema preocupante y alarmante porque causa muchos problemas, pero la mayor parte de la población le resta importancia y cree que “a mí no me pasará”.
Hay gran cantidad de ETS, entre ellas el VIH/SIDA, la hepatitis, la tricomoniasis, el virus del papiloma humano (VPH) y las verrugas genitales, el herpes, la gonorrea, la clamidia, la vaginosis bacteriana (VB), la sífilis, la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), etc.
La buena noticia es que se pueden evitar y controlar, para ello hay que tomar precauciones, hay que usar el preservativo, éste es el único que protege en alto grado (no al 100%) de las enfermedades e infecciones sexuales.
Lo primero que hay que hacer si has estado expuesto a una situación de riesgo es no entrar en pánico y bloquearte. Debes acudir a tu médico o a un centro de salud (hay que superar la vergüenza y afrontar la situación) a hacerte las pruebas y exámenes pertinentes. Durante ese tiempo es importante abstenerse de mantener contacto sexual con otras personas hasta que sepas con certeza si tienes una ETS o ITS o no.
Si resulta que el diagnóstico es negativo puedes respirar y relajarte pero debes hacer una profunda reflexión sobre las conductas de riesgo que has tenido. ¿Vale la pena padecer una ETS o ITS por un momento sexual de desenfreno? ¿Compensa? La respuesta es rotundamente NO, por eso hay que ser consecuente y tomar medidas a partir de ese instante.
Si el examen resulta positivo para cualquier ETS o ITS lo primero es calmarse e informar a todas las personas con las que mantuviste relaciones sexuales recientemente (los últimos 60 días) porque ellos también necesitan hacerse las pruebas.
A continuación, hay que dejarse guiar por el médico especialista, hacer el tratamiento correspondiente ya que muchas de las ETS e ITS empeoran con el tiempo. Por ejemplo, si no tratas el VPH podrías terminar con cáncer cervicouterino, y hay ITS que afectan a tu fertilidad. El VPH y el herpes no son curables, pero pueden tratarse, y las enfermedades bacterianas como la gonorrea y la clamidia sólo pueden curarse con antibióticos. Aunque los síntomas desaparezcan es importante seguir todo el tratamiento y hacer las visitas pertinentes con el médico. Hay ITS que no presentan síntomas, pero eso no quiere decir que hayan desaparecido.
La conclusión es que en vez de curar hay que prevenir, hay que evitar las ETS e ITS, debemos darle la importancia y el riesgo que tienen.
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