Sigue siendo habitual escuchar a hombres y también, en ocasiones, a mujeres, proclamando la frase de “a ellos siempre les apetece”. A pesar de que hemos ido superando algunos estereotipos sexuales, tanto femeninos como masculinos, aún nos quedan muchos pendientes. Uno de ellos es el que se refiere al deseo, parece que los hombres siempre tengan que tener ganas, siempre tengan que estar preparados para “la acción” cuando en realidad no es así. A la mayoría de ellos les cuesta reconocer que no sienten deseo (deseo sexual hipoactivo), su virilidad peligra si lo hacen e incluso se llega a cuestionar su orientación sexual.
- Reconocerlo
Si nos encontramos en la situación de que no apetece, lo primero es reconocerlo (aunque cuesta mucho y es un paso muy grande). Se deben evitar las excusas como quedarse viendo la televisión hasta tarde para no irse a la cama junto con la pareja y que pueda surgir un momento íntimo, llegar a casa a las tantas alargando la jornada laboral y diciendo “estoy cansadísimo”, evitar los acercamientos generando conflictos sin importancia, etc.
- Encontrar las causas
El segundo paso después de reconocerlo es encontrar la causa, en este punto quizás necesitaremos ayuda externa que nos facilite la búsqueda y la identificación de los factores influyentes, estoy hablando de ir a terapia sexual. Algunos de los posibles factores más comunes son el estrés y las preocupaciones del día a día, un estado anímico depresivo, una mala relación de pareja, ciertos fármacos, malas experiencias sexuales y/o presiones, inseguridad y baja autoestima, etc.
- Nuevos hábitos
El siguiente paso es buscar técnicas, pautas, nuevos hábitos para resolver los factores negativos que inhiben el deseo sexual. Por ejemplo, si lo que hemos identificado es que el estrés y el día a día nos afecta y nos condiciona deberemos trabajar la gestión del tiempo, el aprender a decir “no”, ejercicios de relajación, aprender a desconectar, etc.
No debemos olvidar que si hay una pareja ésta tiene un papel fundamental, dependiendo de su actitud, sus comentarios, sus necesidades, etc. condicionará positiva o negativamente. Por supuesto que ésta también lo estará pasando mal, estará sintiéndose insegura y con muchas dudas. Por ello es importante que se trabaje y quizás que asistan juntos a terapia.
A nivel farmacológico o natural no existe ningún complemento que se hayan verificado sus efectos. El deseo sexual no es un simple factor físico, sino que la mente es la protagonista. Lo mejor es conocerse, identificar qué afecta y luchar contra ello para disfrutar plenamente de nuevo de la sexualidad.
Si quieres saber más y conocernos sigue navegando por nuestra web