- Hacer un trío
Hacer un trío es una de las fantasías sexuales más comunes entre hombres y mujeres. En las parejas de larga duración y con cierta curiosidad erótica, la perspectiva de un trío aparece antes o después, debido al hecho de que el número dos, que generalmente se aburre solo, tiende siempre a expandirse. Yo solo soy partidaria de dos básicas: sexo seguro –preservativo– y evitar hacerlo con alguien al que nos unan ciertos vínculos afectivos, no repetir, así como hablar de los ciertos límites que consideremos oportunos.
- Probar con una persona de tu mismo sexo
El 80% de las mujeres heterosexuales ha tenido fantasías lésbicas y están más receptivas a llevarlo a la realidad. En cambio los hombres no tienen ese interés ni deseo en la mayoría de los casos.
- Practicar el sexo con alguien que no hable ni una sola palabra de tu idioma.
Las emociones pueden expresarse de palabra, pero parece que no es tan importante lo que se dice sino cómo se dice. De la misma forma que a los bebés no solo hay que comunicarles que se les quiere sino que es más importante abrazarlos, tocarlos, jugar con ellos y demostrarles nuestro afecto, más con hechos que con palabras, lo mismo nos ocurre a los adultos.
Cuando no hay vocabulario, hay que recurrir a otro lenguaje, generalmente más rico y que todos conocemos, y que describe mucho mejor nuestras emociones.
- Tener una aventura
No estamos hablando de que haga falta tener pareja para tener un amante, se puede hacer perfectamente estando soltero y siendo mucho más adecuado y respetuoso. Lo interesante de esta propuesta es el hecho de relacionarse con alguien por motivos estrictamente sexuales.
Una pareja sexual sin compromiso con la que explorar las diferentes facetas de la sexualidad es un perfecto entrenamiento para crecer en este ámbito, además de proporcionar una sensación de aventura gracias a los encuentros en lugares poco comunes.
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