¿Es posible mantener una relación de amistad después de ser pareja? Seguro que en vuestro entorno hay de todo y habréis escuchado todo tipo de historias pero no podemos negar que una ruptura, separación o divorcio siempre es causante de dolor.
Las rupturas de pareja son uno de los duelos más difíciles de superar ya que la otra persona se aleja de nosotros pero no desaparece. Quizás veremos cómo rehace su vida o nos la cruzaremos en lugares de ocio, veremos a su familia o amigos o simplemente nos hablaran de él/ella.
Además, si uno de los dos es dejado, tiene el sentimiento de abandonamiento el cual se tiene que ir gestionando poco a poco. Así como una ruptura provoca una rotura de los planes de vida futuros y de la rutina diaria (por ejemplo las llamadas y los mensajes durante el día).
¿Cuándo es más difícil establecer una amistad?
1.- El primer motivo es cuando la ruptura ha sido grave y traumática y, por lo tanto, la relación acaba mal. Aparecen sentimientos de odio, rencor, etc.
2.- Cuando uno de los dos, pasado un tiempo, sigue teniendo sentimientos hacia el otro y no consigue pasar página.
3.- Si existe una guerra para atribuir las culpas de la ruptura y se habla mal del otro entorno.
4.- Los casos en los que a la actual pareja le parece bien que mantengas contacto con el/la ex.
¿Si estas situaciones comentadas no han sucedido, qué podemos hacer para llevarnos bien?
En primer lugar es bueno dejar un tiempo de distancia para digerir el malestar y enfriar los sentimientos. De esta manera también se podrá sanear la relación y empezar la nueva etapa de amistad.
¿Pero qué pasa cuando hay hijos?
Todos deseamos llevarnos bien con el padre/madre de nuestros hijos pero en realidad es que solo 1 de cada 4 parejas consigue, con el tiempo, tener una relación amable y sin conflictos. El principal problema es cuando no se consigue llegar a un acuerdo, por eso se recomienda reunirse una vez al mes para hablar de los hijos y si a solas cuesta, hacerlo con la ayuda de un mediador o psicólogo.
Si con todo esto no se consigue, lo más importante es que delante de los hijos se sea amable y se mantengan las formas así como nunca se tiene que hablar mal de la otra persona.
Está claro que una ruptura siempre es complicada y llevarse bien con alguien que has querido tanto es difícil pero posible.