La confianza en las relaciones de pareja es uno de los elementos centrales para que las relaciones funcionen.
Será muy difícil tener una relación sana si no confiamos en el otro o si la confianza en nosotros mismos no es buena.
Pero, ¿qué sucede cuando por algún motivo, la confianza en la pareja se pierde?
La pérdida de confianza en el otro suele generarse por el sentimiento de traición o transgresión de acuerdos importantes en la relación. Cuando esto sucede podemos sentir que ya no podemos confiar en la pareja y demandamos que sea esa persona quien haga el esfuerzo para que volvamos a confiar. Esto es importante pero no es lo único que hay que hacer.
Para empezar a entender la confianza, diremos que ésta se compone en gran parte de “fe”. Es decir, no podremos tener nunca la certeza suficiente de que nuestra pareja cumple los contratos y acuerdos establecidos; esto es en sí la confianza.
Por ello, gran parte del trabajo en esta área pasa por aceptar que nunca tendremos la certeza absoluta de nada, pero aun así decidimos confiar.
Por otro lado, el trabajo para recuperar la confianza perdida es trabajo de los dos y debe hacerse en equipo.
Cuando surge un problema de pareja que se quiere solucionar es importante afrontar el problema como equipo, y no dejar que el problema nos enfrente.
Para ello, los dos miembros de la relación deberán trabajar en la solución; uno deberá hacer esfuerzos para que la otra persona vuelva a confiar, y la persona “traicionada” deberá esforzarse en volver a confiar.
A continuación exponemos algunos aspectos que podemos tener en cuenta en todo este proceso:
- –Verbalizar al otro qué cosas me podrían ayudar para volver a confiar
- -Tener un espacio y tiempo para poner encima de la mesa el problema y hablarlo.
- -Entender que, para la persona que ha perdido la confianza, quizá es importante hablar del tema de forma recurrente, sobre todo al principio.
- -Cuando se aborde el tema/problema por el que se ha perdido la confianza será importante no intentar dar soluciones inmediatas como medida para que el otro recupere la confianza. Esto es un proceso, lleva tiempo y es muy posible que no existan soluciones tangibles que podamos dar en el mismo momento.
- -Validar cómo se siente la otra persona y entender que la visión del problema/situación no es la misma para los dos.
- -Apoyarse como equipo. Frases del tipo: “estamos juntos en esto”; “entiendo que te sientas así”; “me gusta que me expreses cómo te sientes” o “¿qué puedo hacer en este momento para que te sientas mejor?” pueden ayudar a gestionar la situación.
Si el proceso de gestión de la desconfianza se hace muy largo o no conseguimos avanzar, es importante acudir a profesionales que puedan guiarte a reconducir la situación y dotar de herramientas para una gestión adecuada del conflicto.
Y tú, ¿Cómo vives la confianza en tu relación de pareja?
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