Cada día en consulta me doy cuenta que muchos problemas vienen causados desde los inicios, al no enfrentarnos a la situación surgida por ciertas incompatibilidades que no tuvimos presentes al conocernos. Por eso es importante saber qué hemos de descubrir sobre el otro para tomar una decisión sobre si nos interesa la relación en todos los aspectos o hay cosas irremediables que no podemos cambiar y que tarde o temprano afectarán contundentemente a la relación.
Puntualizar que es imposible controlarlo todo y conseguir saber la verdad absoluta, dado que la otra parte puede mentir o darnos información a medias, pero a veces a través de los actos y el lenguaje no verbal se pueden ir descubriendo aspectos que a través de la comunicación verbal son complicados.
Uno de los primeros puntos a tener presente es el momento vital en que nos encontramos. Si estudiamos, trabajamos, donde vivimos, porque dependiendo de esto iremos a ritmos iguales creando complicidad o a ritmos diferentes creando distancia.
Consecuentemente hemos de identificar los proyectos del otro, cuáles son sus propósitos a corto plazo y objetivos a largo plazo. Si uno de los dos busca nuevas experiencias y un cambio de vida, y el otro, estabilidad y crecimiento en un espacio fijo, es difícil poder tirar hacia delante una relación.
Conocer sus valores es básico, porque dependiendo de la importancia de le damos a ciertos aspectos éticos y morales tal vez no nos entendamos. Si él/ella cree que quedar a solas con un amigo es una falta de respeto hacia la pareja y nosotros creemos en la independencia de la pareja y los espacios privados será complicado que aceptemos esta condición. Por lo tanto puede generar puntos de falta de entendimiento.
Prioridades de los diferentes espacios de su vida: familia, amigos, pareja, espacio individual, trabajo, ocio, etc. Por ejemplo, si somos despreocupados a nivel familiar y la pareja necesita quedar con su familia sí o sí cada fin de semana, esto puede acabar convirtiéndose en un infierno para ambas partes. Del mismo modo, que si uno prioriza la pareja y el otro la tiene en último lugar, acabará comportando que uno de los dos se sienta descuidado y poco querido.
Visión de la sexualidad. Este punto es complicado de descubrir porque inicialmente las hormonas están revolucionadas y la sexualidad que se muestra no acostumbra a ser la real, la que después se convierte en hábito. Por lo tanto, hemos de conocer la parte de cómo vive el otro la sexualidad en pareja, qué prioridad le da, cuáles son sus gustos sexuales, sus límites infranqueables, etc. A partir de aquí podremos saber si podemos ser compatibles sexualmente o el tener siempre una lucha constante del tipo de sexualidad idónea o normativa que nos gustaría a cada uno.
El ritmo del día a día. A través de saber cómo es un día normal y habitual de la persona que estamos conociendo podremos deducir muchas características de él o ella, y nos dará mucha información valiosa y podremos ver si hay cierta complementariedad entre los dos.
Todos estos aspectos son cruciales para conseguir que una relación funcione y tenga un futuro prometedor, pero sí que es cierto que a veces el simple feeling, atracción y un interés de entenderse con el otro y sabernos comunicar puede hacer que todo lo que inicialmente no coincidía acabe convirtiéndose en un nuevo mundo interesante y positivo integrando aspectos de ambas partes.