Más de 100.000 matrimonios se divorcian cada año en España. El perfil mayoritario de estas parejas es de personas de edades comprendidas entre los 40 y los 50 años y con hijos.
Un divorcio con hijos significa que la vida familiar, tal y como la conocíamos, se rompe. Tenemos que hacer 2 duelos: la pérdida de la pareja y la pérdida de la familia.
Además, la ruptura, no solo afecta a la pareja sino que también afecta a los hijos. Tienen que cambiar unos hábitos y unas rutinas de vida y además hay que aceptar el hecho de que verán a sus padres por separado y un 50% del tiempo, en la mayoría de los casos (custodia compartida).
Por lo tanto, ¿Qué hacemos cuando nos dicen que nos vayamos de casa después de tantos años de matrimonio? El escritor Nicholas Lezard ha vivido, en primera persona, la experiencia y ha querido compartir sus vivencias.
1.- Lo más importante dice que es no tomar decisiones radicales ni trascendentales justo después de la separación ya que puede aparecer la sed de venganza. Por lo tanto, lo mejor es esperar un poco para gestionar los papeles y cuando sea el momento, intentar negociar y buscar un acuerdo entre las dos partes.
2.- Se tiene que potenciar la vida social y recomienda que no se inicie ninguna relación de pareja. Durante la fase del duelo se está muy triste y desmotivado y conocer gente nueva ayuda a recuperarse del golpe.
Una vez se ha superado la fase de duelo se tiende a caer en el error de volcarse, de nuevo, en la primera relación sentimental que aparece debido a las ansias de volver a recuperar la vida de pareja. Esto puede comportar tomar decisiones precipitadas.
3.- Los hijos se convierten en lo más importante. El shock provocado por el divorcio ayuda a centrarse mucho más en los hijos y no en el trabajo y en el día a día como pasaba antes. Esto comporta una mejora en el vínculo emocional con ellos y en la cualidad del tiempo compartido.
4.- Toca aceptar las limitaciones económicas y valorar el día a día. Se tiene que asumir una nueva etapa con condiciones diferentes.
5.- Es importante reflexionar y aprender sobre lo que ha pasado. Se acostumbra a cambiar la manera de vivir y de ver las cosas. Se hace un crecimiento personal y se aprende que no tiene sentido intentar cambiar a las personas.
6.- Los gustos vuelven a ser parecidos a los de la juventud. La mayoría de aficiones compartidas con la pareja tienden a eliminarse con la separación. Se recuperan las aficiones previas al matrimonio. Es un momento donde uno mismo tiende a encontrarse de nuevo.
Apps al romper una relación:
The breaking shop: Se encarga de hacer el trabajo sucio: comunicar a la otra persona el final de la relación. Pagas un precio, decides como comunicarlo y si quieres puedes enviar un detalle.
KillSwitch: Sirve para eliminar todo rastro de tu ex del mundo online para poder pasar página y no saber nada más de él/ella.
DrunkBlocker: Está diseñada para evitar los impulsos de contactar con nuestro/a ex pareja en los momentos de exceso de alcohol y de falta de sobriedad.