Cuando alguien llega a consulta por un tema de sexualidad, normalmente, independientemente de cuál sea la disfunción sexual o el motivo de consulta concreto, hay un denominador común en la gran mayoría de consultas: la insatisfacción sexual.
Sentir, que tu vida sexual no te está resultando satisfactoria por alguna razón u otra.
Quizás, puedes tener muy claros aquellos aspectos que generan tu insatisfacción: ¿Quizás viene más de tu parcela individual? ¿Quizás deriva de la parcela relación de pareja?
Vamos a juntar ambos planos, independientemente de dónde procede esa insatisfacción sexual, y de forma general citaremos algunos factores que conviene revisar para poder ganar justamente lo contrario, bienestar y satisfacción sexual.
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Repertorio de prácticas eróticas: reflexiona… ¿En qué consisten tus encuentros eróticos? Puede que os hayáis quedado anclados en un A-B-C, fijo e inamovible, y que, aunque eso os genere insatisfacción, tampoco sepáis de qué otra manera podéis hacerlo. El hecho de que haya, más allá del coito, una variedad de prácticas eróticas, favorece el que no percibamos nuestra vida sexual como rutinaria y monótona.
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El escenario: cuidar el encuentro y potenciar la seducción, favorece el deseo de tener relaciones sexuales. No es lo mismo tener relaciones siempre en el mismo lugar y de la misma manera, que crear situaciones y espacios diferentes de intimidad, dónde el juego y la seducción estén presentes.
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Presencia de placer: es importante que los encuentros eróticos que tengamos nos generen de un modo u otro placer. Sentir incomodidad, apatía, y obviamente dolor, no van a facilitar valorar nuestra vida sexual como satisfactoria. Por ello es importante que conozcamos cuál es nuestro mapa erótico, que gocemos de una buena comunicación sexual con nuestras parejas y que si pensamos que aparece algún tipo de obstáculo que hace que no sintamos placer, podamos pedir ayuda a unx profesional de la sexología.
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Intercambios con la frecuencia deseada: aunque la frecuencia idónea es algo muy subjetivo, sentir que en tu relación, los encuentros se dan de acuerdo a lo que te gustaría, ayudaría a mejorar esa insatisfacción sexual.
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Creencias hacia la sexualidad: tener conocimientos sobre sexualidad, sobre nuestros cuerpos, nuestro placer, lo que despierta nuestro deseo, y que nuestras actitudes se dirijan en la misma dirección, repercutirá positivamente a una vida sexual satisfactoria. Por contra, el desconocimiento, las creencias disfuncionales, y las actitudes que de ahí se generan, aumentan las probabilidades de tener una vida sexual insatisfactoria.
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Por último, pero no menos importante, tener un yo erótico saludable, o lo que es lo mismo, seguridad propia y autoestima sexual: el conocernos, aceptarnos, valorarnos, validar-nos, gustarnos como individuos y, en caso de la sexualidad, como amantes, como ya os imagináis, suma puntos para esa satisfacción sexual.