Quizá estás pensando en acudir a terapia sexual o de pareja porque sientes que hay cosas en la relación que no están funcionando. Dificultades en las relaciones sexuales, problemas en la comunicación, muchos conflictos que no logramos solucionar, un problema de celos, infidelidad o problemas en la convivencia.
Los problemas en pareja pueden ser múltiples y para ello, los especialista en terapia sexual y de pareja abordan desde el plano científico estas dificultades, poniendo en práctica herramientas, dinámicas y ayudando a visualizar la situación desde diferentes perspectivas ayudando en todo el proceso y en la toma de decisiones que puedan presentarse.
Pero, ¿ cuál es mi papel como paciente/cliente que acude a terapia de pareja?
Lo primero que tenemos que saber es por qué y para qué acudo a terapia con mi pareja. Qué pretendo conseguir con este trabajo y cuál será mi implicación.
Una vez que estemos en la sesión, el terapeuta nos ayudará y guiará para plantear las dificultades que pueda haber así como el procedimiento de intervención más adecuado, pero cada miembro de la relación tiene un papel fundamental en la terapia. Esto es, no será suficiente con acudir a terapia de pareja para solucionar un problema o una dificultad; quiero querer solucionarlo.
A continuación detallamos algunos de los puntos importantes para acudir a terapia sexual o de pareja que ayudarán en el proceso, sea cual sea éste:
Predisposición al cambio
Cuando acudimos a terapia de pareja tenemos que estar dispuestos/as a hacer cosas por la relación. Si no queremos hacer nada quizá la terapia de pareja no es la ayuda que necesitas. Si queremos solucionar un problema es necesario empezar a hacer cambios porque si no el problema seguirá. Estar predispuesto/a a modificar cosas será uno de los ingredientes fundamentales para que la terapia pueda llevarse a cabo.
Empatía
Uno de los aspectos más trabajados en las relaciones de pareja es la famosa empatía. Y con empatía no nos referimos a que la pareja siempre piense y sienta lo mismo en cada momento y en cada situación. La empatía tiene que ver con validar los pensamientos y sentimientos del otro aunque no sean igual que los míos. Dentro de la terapia, se trabajará este aspecto con la finalidad de madurarlo dentro de la relación, pero cada miembro deberá poner su «granito de empatía” para ayudar en el proceso.
Trabajo en equipo
La terapia de pareja conlleva hacer un trabajo individual de análisis y toma de decisiones, pero por supuesto conlleva un trabajo en equipo. La pareja tiene que verse como equipo para llegar a acuerdos y gestionar conflictos. De no ser así será algo que se trabajará en las diferentes sesiones, pero como paciente/cliente que acude a terapia, es importante que tengas en cuenta que el trabajo es cosa de dos; codo con codo y mano a mano.
Esfuerzo y dedicación
El trabajo en terapia de pareja no depende sólo del terapeuta. Las relaciones de pareja las soluciona cada pareja, con ayuda del terapeuta. Por eso, si estás pensando en acudir a terapia o estás en el proceso, recuerda que tendrás que hacer esfuerzos para que las cosas cambien y habrá que dedicar un tiempo y un espacio a hacer el trabajo que el proceso terapéutico requiera.
YO vs. TÚ
En ocasiones podemos acudir a terapia con la intención de que el otro o la otra cambien. “Que cambie mi pareja que es la que tiene el problema”. Independiente de cual sea la dificultad o dificultades que se presenten en la relación, es fundamental entender que el trabajo es por parte de ambos miembros y que tú también puedes hacer cosas. Poner el foco en lo que puedo hacer yo para mejorar la situación y no tanto en lo que debe hacer mi pareja para que todo cambie, será muy necesario. Deja de lado por un momento todo lo que te gustaría que hiciera tu pareja y piensa … ¿Qué puedo hacer yo? ¿Qué está en mi mano y qué estoy dispuesto/a a hacer?
Y tú, ¿estás dispuesto a trabajar por tu relación?
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