Como bien sabemos, la atracción sexual suele tener un componente visual, hay una parte que se basa en el aspecto. No hablamos de cánones de belleza sino de las sensaciones que te evoca mirar a una persona.

Pero, entonces ¿qué ocurre con las personas ciegas? ¿Cómo funciona su atracción al faltarles la parte de las miradas?

Los ciegos no pueden admirar a alguien visualmente, ni establecer contacto visual ni tampoco leer el lenguaje corporal con la mirada. Hace falta una interacción directa con una persona antes de que puedan sentir atracción sexual. Esta atracción tiende a aparecer a los 5 segundos, el propio cerebro da la señal de si hay deseo e interés hacia ese alguien o no.

No debemos olvidar que el físico simplemente es una pequeña porción de la atracción global hacia alguien. Hay muchos más aspectos que componen el deseo como la forma de expresarse, la inteligencia, los hobbies, la personalidad, el tipo de profesión, etc.

A los ciegos les falta la vista pero no el resto de los sentidos, los cuales les permite conectar con el aspecto corporal. El tacto (la suavidad de la piel, el pelo, etc.), el olfato (el olor del cuerpo, el perfume, etc.). También influye el sonido de la voz, este puede evocar muchas sensaciones.

Se agudizan todos estos sentidos, pudiendo tener una mayor calidad sensorial global que las personas que poseen el sentido de la vista y en muchas ocasiones quedan reducidos a él. También tienen más consciencia de su propio cuerpo, de sus sensaciones, aspecto que de nuevo beneficia e intensifica la intimidad y las propias vivencias.

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