Esta semana está dedicada a las valientes pacientes que semana tras semana superan sus límites, transforman creencias y caminan firmes en dirección al propio placer.

Esta semana hablamos de nuestro cuerpo, concretamente sobre ese espacio borrado o desdibujado donde están los genitales. ¿Los has mirado con atención? 

Quiero contarte que tus genitales cambian de forma y de color según tu estado, ¡igual que tu rostro! Es impresionante…

Es frecuente encontrar a mujeres (mucho más que hombres) que no miran casi nunca sus genitales y que no saben qué partes los conforman. Si alguna vez los han mirado (con un espejo se ve mucho mejor, por cierto) lo han hecho así, por encima, con pudor, con rapidez, solo fijándose en tal punto para comprobar si eso que notaban era un granito, etc.

El porqué de este fenómeno lo encontramos, sin duda alguna, en la historia de represión y prohibición que llevamos a cuestas y que sigue extendiendo sus garras hasta los tiempos actuales. 

El hecho de no mirarse con naturalidad hace que nuestros genitales devengan como desconocidos, y el sistema emocional funciona así: desconocido = peligroso. Este hecho puede tener consecuencias devastadoras: dolor pélvico, dolor en la penetración, dificultad de llegar al orgasmo, inseguridad en tu sexualidad, falta de libido…

Por este motivo vamos a acercarnos a nuestros genitales con aire amistoso, vamos a “caerle bien”, vamos a ver qué cara hacen, dejando de ser desconocidos, pudiendo incluso llegar a ser muy buenos amigos.

Así que te invito a coger ya mismito un espejo y mirar tus genitales como si tuvieras que dibujarlos, fijándote en todos los detalles. 

Esta exploración es recomendable hacerla a menudo, primero, porque es el método más seguro de hacer prevención, segundo para dejar de vivir con un desconocido pegado al cuerpo y redibujar esa parte que fue borrada.

Si no sabes cómo hacerlo, no te atreves o necesitas que te acompañemos en esta aventura, no dudes en llamarnos.